El romance más adorable del 2020 y la prueba viviente que sí se puede hacer una buena pareja sin tanto drama... La historia no es del otro mundo, no busca ser innovadora o crear tramas complicadas; ella es simple porque así lo quiere ser, se contenta con ser buena y lo logra. Y aunque sea así de sencilla atrapa al espectador en esa aura tierna y relajada desde los primeros capítulos, ver esto es dejar el estrés en la puerta y prepararse para una hora de dramas and chill, porque aun si pueda sacarte de quicio alguno que otro personaje y la forma en que tratan a nuestra protagonista, la manera en que se resuelve todos los problemas y en cómo las relaciones (entre los dos protagonistas, entre los amigos y entre los familiares) son retratadas, alivia el dolor casi de inmediato; todo esto gracias a la comprensión y el apoyo que hay en el aire, es simplemente magnifico. La pareja principal es quizá una de mis favoritas de los últimos años, es lo que siempre busco en los dramas románticos y nunca encuentro: naturalidad, entendimiento entre las partes, madurez, verdadero apoyo y amor del bueno ¡carajo! no hay más palabras para describir lo que hicieron con el romance en esas 16 horas que Perfecto, al finalizar cada capítulo mi cara me dolía de mantener la sonrisa de estúpida por tanto tiempo. Es el mejor romance de este año por mucho, y me agradezco a mi misma por haberlo empezado aun si pensaba que no era lo mío.